Cuando la música acabe
a Borja
El calor
hace arena del infierno
y la muerte anuncia aguda
su llegada desde fondo
negro de las trompetas
Tu destino permanece
inmóvil frente a ti, soy
la sangre helada por el odio.
Puedo ver el sudor
cayendo al miedo de tus ojos
al abismo que penetro
con la mirada en busca
de la piel donde ha de entrar
ardiente mi flor de plomo
Sopla aun más fuerte
el viento fúnebre de los metales
crece y sube por el aire
en llamas hasta el silencio
que cae dando la señal
es el momento un silbido
corta la distancia germina
hacia ti la vida sucia
y hedionda de los buitres
pétalos rojos se abren
espesos en tu vientre.
Cuando llegaste las campanas
conocían ya tu nombre
y alguien había trazado
las medidas para la tierra.
Nocturnos
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