4 de mayo de 2009

PLUTARCO Y EL GOBIERNO DE LOS HOMBRES
Plutarco, en Vidas Paralelas, nos presenta a Numitor ante la difícil situación de tener que elegir entre un poder sin riquezas y unas riquezas sin poder, por supuesto, escoge un gobierno limpio y sin adyacentes. Así, su hermano Amulio se queda con las riquezas y, como estaba cantado, le arrebata la corona a su hermano: el camino de las riquezas, el camino fácil, le lleva al poder.Esta situación que se nos describe, en tono moralista, sirve para dar ejemplo de lo que sería una virtud principal de un gobernante, esto me ha llevado a pensar en la situación actual. Hoy la siuación que se ha normalizado es aquella propuesta como mal ejemplo, se ha instalado la idea de que poder y riqueza van indisolublemente juntos, pues sólo se puede acceder al gobierno desde el dinero. Sale a flote, pues, toda la estructura económica que sustenta a los partidos políticos, los cuales sólo pueden aspirar a engrandecerla en beneficio de los que crean y desarrollan dicha estructura (es característica esencial de un gobierno en una democracia dentro de una economía de mercado). De este modo observamos un doble camino de actuación: por un lado el que sostiene esa estructura pone o despliega un entramado de acciones (economicas, propagandísticas, sociales...) para "asegurar" la llegada al poder de la persona elegida de antemano; por otro lado la persona elegida, ya en el poder, no le queda otra que trabajar para crear un situación propicia (instituciones, leyes, situaciones...) que devuelvan el favor convertido en rédito a aquellos que lo subieron al poder. Este sistema de retroalimentación se ha perfeccionado con el tiempo para que se mantenga el equilibrio entre beneficio propio y el público, sin que se note la prevalencia del primero sobre el segundo. Por ejemplo, el fomento de energías renovables se presenta como beneficio público y no como beneficio párticular, me explico, beneficio del político que se apunta un tanto por actuar dentro de las ideas aceptadas como buenas por la sociedad (mejorar el medio ambiente) y que lo transformará en votos para seguir en el poder, beneficio económico para él y su partido por fomentar los intereses privados de un empresario interesado en sacar dinero de un sector poco explotado, sin contar cómo la sociedad ha sido preparada previamente para aceptar como buena esa idea (parece que las energías renovables son igual de costosas que las actuales energías). De esta forma, político y empresario, actúan favoreciendo y prolongando esa estructura económica relejando el ejercicio del poder al ámbito del beneficio particular, simulando que lo hacen en beneficio de todos. Toda una obra de arte sobre realidad y ficción.El arreglo de está situación parece imposible, pues el poder desde siempre ha estado y está concebido para ejercerlo contra otro, no en favor de todos. De esto nos da buen ejemplo Plutarco que, a la vista está, llega a nuestros días. El que gobierna da por hecho que tiene que perjudicar a alguien. "Nunca llueve a justo de todos", pero sí que llueve para todos; es uno de los eternos problemas del hombre. En la búsqueda de una cosa mejor vamos caminando, tropezando siempre en la misma prieda, subiendo a categoría de verdad una mentira, es lo grande del hombre serlo todo y nada a la vez. Siempre Sísifo, siempre caminando hacia Takla Makán. Por cierto, así me di cuenta de que esto no es nada nuevo, ya lo ha dicho Chomsky.
J. Chaparro

1 comentario:

barton dijo...

Un gusto volver a leerte, Chapa.
A ver si me da usted también el gusto de volver a verle!