9 de diciembre de 2008

Encuentro


Llegas tarde, rota la madrugada
en las uñas las raíces del silencio
y los pulmones infectados
con la violencia de la luna.

Te espero sin otra salida
sobre el círculo del espejo,
encerrado en las letrinas
del antro más parecido al infierno
que has podido encontrar.

Estamos solos

fuera, al otro lado de la puerta
el humo y el color de las luces
crecen violentamente
entre pupilas expandidas hacia el infinito.

Tú permaneces
inmóvil frente a mí
aunque el corazón te golpee
como una bestia encerrada
y gritas
tus dientes comienzan a masticar
la hiel de todas mis derrotas.

Yo he de ser sincero,
me cuesta mantener tu mirada
porque nadie me conoce como tú
nacido con la rabia
más profunda de mi fracaso.

Lo sé, hoy seré sacrificado,
vas a recorrer con mi nombre
las arterias de un sótano
en el que las bocas de metro
se abren húmedas al diablo.
Llegarás lejos
sabiendo que mañana
sólo quedará de ti
el recuerdo de esa gota de sangre
que perforado el cerebro
brotó de mi rostro
y cayó hasta tus labios.

(Fícpolis)

2 comentarios:

Jesús Francisco Chaparro dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Jesús Francisco Chaparro dijo...

Falta la dedicatoria, no creas que no me acuerdo.